viernes, 23 de octubre de 2015

"El nota" tomándoselo con calma: El Gran Lewoski

"El nota", tomándoselo con calma. Sin duda esta frase podría resumir a la perfección la personalidad del protagonista, todos hemos sido como "el nota" (Jeff Bridges) en algún momento de nuestras vidas. Pasando de todo, un tirao, un colgao.... "El nota" se toma la vida con calma, sin tocar los cojones a nadie y esperando recibir lo mismo de los demás. Pero por desgracia todos sabemos que la vida no es así, por mucho que pases de todo, tarde o temprano vendrán, y te tocarán los cojones.

Muchos pensarán que el papel que interpreta Jeff Bridges en la cinta resulta fácil de llevar a cabo, interpretar a un vago ("El tío más vago de Los Angeles"), a un tirado con problemas de alcohol y drogas, es el papel más fácil del mundo y no les quito la razón. Pero hacerlo como lo hace Jeff, tan real, tan serio, dándole los matices oportunos al personaje en cada nueva situación con la que le toca lidiar... no amigo, eso no lo hace cualquiera! En mi opinión, hemos visto a Jeff Bridges en la interpretación de su vida.

Sin duda, otra genial interpretación es la llevada a cabo por John Goodman, Walker en la cinta, espectacular de principio a fin. Walker es un veterano de guerra judío obsesionado con Vietnam, que aprovecha cualquier oportunidad para soltar algún discurso sobre la guerra, aunque no tenga nada que ver; y eso ¿Qué más da? Goodman consigue bordar el personaje haciéndolo verídico, tan real como la vida misma, al igual que Jeff.

La película más allá de ser una desternillante comedia, basada en un compendio de absurdas coincidencias  y estrambóticos personajes, invita claramente a la reflexión sobre nuestra manera de vida y nuestras creencias sociales.

En definitiva, unos personajes muy reales y llenos de matices, diálogos muy elaborados y serios, todo ello bajo un clima de comedia que no busca la carcajada fácil ni mucho menos, hacen de la cinta la "extraña pero gran obra de arte" de los hermanos Coen. Imprescindible.



miércoles, 21 de octubre de 2015

Mean Streets (Malas Calles): un "Goodfellas" de andar por casa.

El otro día os traje un pequeño relato sobre la que ha sido, en lo últimos tiempos, la gran obra maestra de Martin Scorsese, pero ¿Cuáles fueron sus orígenes? ¿Dónde empezó todo? ¿Cuál fue el hecho que propició que este extraordinario director saliera del anonimato? 

Para contestar a todas estas cuestiones debemos remontarnos al año 1973, Scorsese por aquel entonces no era el aclamado director que es en la actualidad. Había trabajado en algunos largometrajes anteriormente, pero no había conseguido/sabido captar la atención del público de aquel entonces. Todo cambiaría a partir de esa fecha. Ve la luz Mean Streets (Malas Calles).

Malas Calles fue la primera colaboración de Robert de Niro y Martin Scorsese. Por aquel entonces ninguno de los dos se imaginaban lo que llegarían a representar, en las décadas venideras, para el mundo del cine. 

Robert y Martin se conocieron gracias a Brian de Palma, a pesar de llevar toda la vida viviendo en el mismo barrio. De todos es conocido, debido a confesiones de ambos, que antes de dedicarse al mundo del cine, ambos estuvieron metidos en bandas, de ahí la excepcional compenetración que existe entre ambos y la facilidad para desarrollar este tipo de papeles/direcciones. 

Podríamos pegarnos todo el día hablando de la vida de ambos artistas (quizá otro día), pero, centrémonos en la película:

No se puede decir que Malas Calles sea un largometraje de primera categoría, porque no lo es, en muchos aspectos deja mucho que desear (una trama poco elaborada que en ocasiones se hace pesada y una escenografía pobre), debido entre otras cosas al bajo presupuesto con que contó la cinta. Pero se ha convertido en película de culto y obligatoria para cualquier cinéfilo que se precie por muchos otros motivos.

Italoaméricanos, suburbios de la ciudad, pagos, deudas, expresiones del tipo "eh" y "olvídalo" conviven en la cinta. Un nuevo tipo de género cinematográfico se está gestando, ha llegado la hora de "los chicos listos".

"Los pecados no se redimen en la Iglesia, se redimen en las calles, se redimen en casa, lo demás son chorradas y tú lo sabes", con estas palabras comienza la cinta. Un dato fundamental para poder entender las motivaciones de uno de los personajes principales, Charlie (Harvey Keitel), inconmensurable en el film desde principio a fin, es que Scorsese nunca tuvo claro a que quería dedicarse, no sabía si hacerse cura, gangster o director de cine. No es de extrañar que el personaje interpretado por  Harvey fuera un "mafioso" (ejecutor), educado en la tradición Cristiana, siempre atormentado por esa lucha interna entre los dogmas de la fe cristiana y el estilo de vida que había elegido.

La entrada en escena de "Jonnhy Boy" (Robert de Niro) es apoteósica. Jonnhy, primo de Charlie, es un aprendiz de gangster que se comporta como un adolescente problemático. Le debe dinero a todo el barrio, siempre tiene dinero para todo (copas, comida, ropa, apuestas, un sombrero de 25 dólares...) menos para efectuar sus pagos a tiempo, hecho que no puede entender ni soportar su primo Charlie, que siempre está intercediendo por él ante todo el mundo.

La escena en que Jonnhy boy explica a Charlie por que no ha podido efectuar los pagos a tiempo en la trastienda del bar, es una de esas escenas que se te quedan grabadas en la mente, al más puro estilo "¿Por qué soy gracioso?" de "Goodfellas"

Todo el mundo sabe que Jonnhy Boy no es de fiar, pero es una de esas personas que aún sabiendo que te va a fallar, desprende algo, habla de tal forma que te acaba liando una vez más, sobre todo a su primo Charlie. Todo ésto unido a las convicciones religiosas y sobre la familia de Charlie hacen que éste siempre acabe sucumbiendo a los encantos de Robert de Niro. Charlie piensa que la tortura a la que se ve sometido con su primo, es la penitencia que le impone Dios por sus pecados.

En fin, una historia de redención, pasiones y sentimientos encontrados. Todo ello mezclado con las creencias religiosas y familiares del personaje principal, y en parte también del director, y con los bajos fondos de la ciudad y los personajes que habitan en ella, constituyen un cóctel explosivo que merece la pena ser visto, aunque sea una vez en la vida.




martes, 20 de octubre de 2015

SHUTTER ISLAND DA EL SALTO A LA PEQUEÑA PANTALLA

Anoche os traje un pequeño análisis sobre una de mis películas favoritas: Shutter Island, para mí una de las pocas obras maestras con las que el séptimo arte nos ha sabido obsequiar en los últimos tiempos.

Pues bien, los entusiastas de la cinta y del gran Scorsese estamos de enhorabuena. Martin está trabajando en un episodio piloto, junto con la cadena de televisión por cable HBO, que servirá de preámbulo para una nueva serie de televisión basada en isla en la que se desarrollan los acontecimientos de Shutter Island.

La serie llevará el nombre de "Ashecliffe", nombre del sanatorio mental que consigue atormentar a Leonardo Di Caprio en la película de 2010. Los acontecimientos de la serie serían inmediatamente anteriores en el tiempo al film de Scorsese, por lo que podemos esperarnos alguna sorpresa. Además de los innumerables guiños, simbolismos y menciones a la trama de Shutter Island que se esperan de la serie, seguro que se aporta luz sobre alguna parte de la misma que no quedó demasiado clara o que no se llegó a profundizar demasiado en la cinta.

En definitiva, se espera mucho de este proyecto, pero... el listón está muy alto. ¿Estará a la altura la serie de la cadena HBO de la película de 2010? Tratándose del gran Martin, imagino que lo estará.

Permanezcan atentos a sus pantallas.


lunes, 19 de octubre de 2015

ADENTRÁNDONOS EN SHUTTER ISLAND


Después de ver por sexta o séptima vez Shutter Island, sólo puedo decir una cosa, se puede llegar a considerar la obra maestra, el gran colofón de la carrera de Martin Scorsese.

Quizá algunos piensen que es demasiado decir, que ésta sea la obra cumbre del creador de Taxi Driver o Goodfellas. Pero lo que no hay duda es que apartándose del género al que nos acostumbra, ha sabido como volver a sorprendernos con esta cinta. Capaz de conseguir que el espectador no pueda separar los ojos de la pantalla ni un solo instante, sabiendo que podría perderse un detalle de ésta elaborado thriller psicológico.

Dos posibles historias paralelas conviven en una sola. Mucho se ha hablado del desenlace de la película, con opiniones contrapuestas sobre la auténtica verdad de la trama. Desde mi punto de vista, Martin ha conseguido realizar una obra maestra en la que ambos desenlaces son más que posibles, no dejando ni un detalle al azar. Un final abierto, para que cada uno tome sus propias conclusiones, sólo a la altura del gran Martin.

Sería tremendamente atrevido decir que la aparición de uno de los más grandes, por no decir el más grande, Robert de Niro, escasos minutos en la cinta fuera mera casualidad. Sabiéndo que fue el actor fetiche por excelencia de Scorsese, además de ser éste último su descubridor, llevándo ambos carreras paralelas, hasta la aparición de Di Caprio, su actor fetiche en esta última etapa de su carrera. Y el hecho que ambos actores encarnen al mismo personaje, el temperamental De Niro interpreta, cómo no, la personalidad más oscura del protagonista, mientras que el más templado pero no menos temperamental Di Caprio encarna la más noble. ¿Nos ha querido Scorsese representar un cambio de ciclo con ésto?

En definitiva, un film lleno de simbolismos, guiños y dobles sentidos llevados al límite. Una película que no deja a nadie indiferente, por muchas veces que se haya visto. Es más, cada vez encuentras algún detalle nuevo que hace que merezca la pena volver a reproducirla una vez más.